La Parroquia de Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir se sitúa al final de la calle JoseéGarcía Núñez y está declarada Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid.
La Iglesia de Santa Catalina fue construida en el siglo XVI, presenta una hermosa torre a los pies y ábside ochavo reforzado con contrafuertes, es una obra de mampostería con hiladas de ladrillo.

La portada es sencilla, con un arco de medio punto y encuadrada por un dintel sin ninguna decoración en granito.
Su interior consta de tres naves cubiertas de armaduras simples y separadas por arcos de medio punto de labor de sillería sobre pilares con medias columnas adosadas. Tiene unos altos capiteles lisos casi cilíndricos, trabajados en bella piedra blanca y en sólo dos piezas que contrastan su claridad con el tono oscuro de las dovelas de los arcos. El toral, ligeramente apuntado y muy ancho, da paso a la capilla mayor ochavada.

El antiguo retablo desapareció en un incendio, siendo reconstruido en 2001. En el ático del retablo encontramos la imagen de Dios Padre bajo el cual se sitúan las llaves de San Pedro.En la hornacina central del retablo figura la titular de la Parroquia: Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir. En el resto de hornacinas santos relacionados con Villamanta: San Bartolomé, San Sebastián y San Antón, los cuales tuvieron ermitas propias siglos atrás. Por último se venera en este retablo la imagen de San Dámaso I, papa, cuyo origen se sitúa en la hoy actual Villamanta.

Bajo el altar mayor se encuentra la cripta de este venerado Papa en Villamanta. Una talla yacente del Papa San Dámaso que abraza el relicario con su reliquia ósea nos transporta a las grandes Basílicas romanas.
En los retablos situados en las naves laterales se encuentra la talla de San Blas del siglo XVIII, al Santo Cristo de la Fe y Ánimas de tamaño inferior al natural y fechado en torno al siglo XVIII y una tabla de la Visitación de extraordinaria calidad. En la nave lateral izquierda se sitúa la capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Buen Silencio que representa a Jesús camino del Calvario con la cruz al hombro, atribuida al círculo de Gregorio Fernández. Al final de esa misma nave se venera, en su retablo, la imagen de Nuestra Señora delos Dolores, recientemente fechada en el siglo XVIII.

